31 de agosto de 2005

Esto no es una despedida

Ferpecto, ahora no sé que escribir... Dioses, este año ha estado lleno de tantos contrastes. Pero no pensé que tu partida estuviera entre los acontecimientos que iban a marcarlo. Dentro de todo me alegro por ti, pero sabes que te voy a extrañar. Hasta te despediste de mi en un sueño extraño, pero fue tu despedida. No lamento no haber podido ir a verte, porque ya no estabas allí, era solo el estuche, tu alma, tu escencia siempre faramallera y de buen ánimo no estaba en esa cama, creo (o quiero creer), que fue tu decisión. Al igual que tú, pude despedirme a mi manera.. ahora solo deseo que estés en ese sitio lleno de calma, paz y calidez al que vamos entre una vida y otra.. allí donde no hay dolor y desde donde ves a tus amores y velas por ellos. Siempre has sido una persona alegre, que sabe infundirle ánimos a quien lo necesite.. sin creer que los problemas son irremediables, siempre hacia adelante, siempre con la sonrisa y la mirada altiva. Asi quedas en mi memoria, así estás en mi corazón y así seguirás...
No te lloro, asi como espero que no lo hagan conmigo, pero si me vas a hacer falta por un buen tiempo, mas espero encontrarte de nuevo en mi próxima vida. Eres parte de mi familia, tanto de sangre como del alma, y se que cuando te vea de nuevo estarás sonriendo y bailando, como de costumbre...
Esto no es una despedida, es un hasta luego.

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