26 de julio de 2006

old times

Hoy estuve en el metro con dos de mis hijos, entre el "bululú", cuando inténtabamos entrar al vagón, me empujaron, halaron, metieron a juro al tren... en fin, esas cosas del día a día que suceden en el Metro de Caracas.

Por la empujadera, no puedo evitar el instinto de proteger a mi chamo de 8 años, así que en el calor del momento suelto la frase de "aquí no respetan ni que hayan niños ¬¬#" a lo que sale una individDUHal y dice "aquí nadie respeta a nadie" , cosa que me hizo Botar la piedra, le lancé una de mis peores miradas y le dije (mientras me acomodaba del empujón que me metió la "tarajaya" esa) " recuerdo clarito, cuando la gente se comportaba COMO GENTE y no COMO ANIMALES aquí en el metro, extraño esos tiempos" ....

Y es triste, hasta no hace mucho, se podía uno jactar por el hecho de que las personas realmente cambiaban su actitud al entrar al metro: caminaban por su derecha, cedían el paso a niños y ancianos, no comían dentro de las instalaciones ... en fin, parecía una Caracas underground perteneciente a un universo paralelo.

Hoy en día, la gente se aglomera, el aire acondicionado de los vagones no se da abasto para mantener la temperatura, ves indigentes, borrachos y "pedigüeños" dentro de los trenes. Ya no existe quien le de el puesto al que va con muletas, el que le da paso al de la silla de ruedas... Hasta un operador tuvo los cojones de hablarle feo a mi chamo cuando compró el ticket ( con su bien merecida y cute respuesta de mi parte "Debería aprender modales y no hablarle así a un niño, menos si está con su madre ¿o es que ud no tiene madre? "). El colmo de las cosas que he visto, un borracho en un vagón que nos traia a todos rascados sólo con el olor, una señora ESCUPIENDO EL PISO !!!! ( Ewwww !!! ), en fin ... parece que ya Caracas llegó al metro -.-"

Quizás, eventualmente, el "ser gente" vuelva a Caracas y a sus caraqueños, al metro y a cada esquina de esta hermosa pero turbulenta ciudad.

1 comentarios:

SiempreBuena dijo...

pues sí, el metro es el centro de la neurosis capitalina, cada día vemos de todo y cómo se van perdiendo muchas cosas, eso que se llama modales, solidaridad, cortesía y compostura, pero bueno hay que tratar de colaborar en lo que se pueda y armarse de paciencia para no dejarse llevar por la mezcla de rabia e impotencia que se produce al ver personas a quienes les importa un carajo tratar de convivir dignamente.

Saludos!