Creo en Pablo Picasso todopoderoso, creador del cielo y de la tierra.
Creo en Charlie, hijo de las violetas y los ratones, que fue crucificado, muerto y sepultado por el tiempo, pero que cada día resucita en el corazón de los hombres.
Creo en el amor y en el arte, como vías hacia el disfrute de la vida perdurable.
Creo en los grillos que pueblan la noche de mágicos cristales.
Creo en el amolador que vive de fabricar estrellas con su...